Morante de la Puebla y Roca Rey han paseado una oreja por coleta, y Emilio de Justo ha errado con los aceros los trofeos en una apoteósica actuación al quinto de la tarde.
Ambientazo en los tendidos en la vuelta de los toros a Ciudad Real, con motivo de la reinauguración de su plaza de toros, en una tarde de contenido y buen toreo pese a no resultar triunfal debido al desatino con las espadas. La corrida de Luis Algarra ha ofrecido un juego variado, destacando la segunda parte de la misma, 4º, 5º y 6º, que han sido los toros con más transmisión y cualidades para el triunfo.
Emilio de Justo, ha cuajado al encastado quinto de la tarde, un toro que ha transmitido emoción a los tendidos, con el que el extremeño ha brillado en el saludo con el capote y en un buen quite por chicuelinas de manos muy bajas. Ha dado una vuelta al ruedo después de una apoteósica labor de muleta que inició de rodillas en los medios y en la que pudo expresar el clasicismo que caracteriza a su tauromaquia. Falló con los aceros una faena de dos orejas. En su primero, destacó la firmeza del extremeño, que saludó una ovación, con un toro sin clase ni fondo.
Roca Rey, ha sorteado un lote carente de fondo y entrega con el que ha estado por encima. Variado y templado con el capote durante toda la tarde, el peruano sacó todas las cartas de la manga para triunfar en la vuelta de los toros a Ciudad Real. Su actuación ha tenido como resultado un trofeo del cierraplaza. En el tercero, saludó una ovación, con un toro que se desfondó en la muleta.
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